domingo, 26 de septiembre de 2010

La inmensidad

Frases ya oídas. Te he llamado. No me llamas nunca. He visto a una amiga tuya o a un amigo. ¿Qué haces? Ah, claro, estudias. No nos defraudes, por favor. Un intento de mostrarse simpático. Ella no lo escucha. Recuerda todos los momentos pasados con él, el amor que ha sentido, la desilusión, las lágrimas. Qué sufrimiento. Qué mirada inexpresiva. Carente de vida. ¿Cómo podía gustarle tanto? Una ojeada a la chica. Ni siquiera merece que se la tenga en cuenta. Terrible, la indiferencia. Se despiden así. Después de ablar durante cinco minutos sin haberse dicho nada. Aquel mágico puente ha dejado de existir. Ella se pone de nuevo a correr. Se pregunta adónde habrá ido a parar su amor por él. ¿Cómo es posible que ya no lo pueda sentir? Y, sin embargo, parecía inmenso.

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